Entrevista al Dr. Pedro Méndez Hernández, Secretarío Académico de la Rectoría de la UCR

El Dr. Pedro Méndez Hernández es actualmente Secretario Académico de la Univesidad de Costa Rica, nos explica en detalle las tareas y responsabilidades vinculadas con la gestión que competen al cargo de Secretario Académico.

 

¿Cuáles son sus funciones como Secretario Académico en la Universidad de Costa Rica?

Al rol de secretario académico le corresponden todos los procesos relacionados con la gestión académica, seguimiento de convenios internacionales,  proyectos de ley que tienen relación con la Universidad de Costa Rica y en el asesoramiento de relacionamiento político del señor rector Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta.  

Al ser una universidad  pública tiene una  relación importante con el gobierno en el aspecto de financiamiento. Todas nuestras decisiones como universidad tienen implicaciones políticas que pueden tener consecuencias presupuestarias para la universidad.

 

Desde su experiencia,  ¿qué competencias, habilidades, conocimientos y actitudes debe tener la persona que asume la función de Secretario Académico de la Universidad de Costa Rica?

Primero conocer  el funcionamiento académico y las características  de la universidad. Nosotros somos una universidad que según el Estatuto Orgánico contempla tres áreas sustantivas: la investigación, la  social y la docencia. Nuestras instancias universitarias  responden al cumplimiento del Estatuto.  La Universidad de Costa Rica es la  única universidad en el país que tiene prácticamente todas las áreas del saber.

Junto con ese conocimiento hay que tener experiencia en la gestión, una capacidad de escucha para atender esas diversidades y,  experiencia política, para comprender las implicaciones del acontecer político nacional en el desarrollo de la universidad.

 

¿Cuáles son los desafíos  contemporáneos en la gestión para articular el funcionamiento académico de la universidad y las acciones que se desarrollan a lo interno de todo el sistema institucional?

Uno de los grandes desafíos que la universidad ha enfrentado  en los últimos años es el cambio en las leyes nacionales que obligan a la transformación del modelo de gestión de la universidad. Estos procesos se prolongan en el tiempo por su complejidad, ya que hay que consensuar y negociar con más personas.

Otro  gran desafío para nuestra universidad es cómo vamos a usar, adaptar y optimizar todo lo que aprendimos en la época de la pandemia. Antes de la pandemia la universidad tenía procesos de virtualización  muy lentos. La pandemia aceleró el proceso  y ahora nos preguntamos cuáles de esos elementos hay que dejar permanentes en nuestro accionar como universidad: programas de estudio completamente virtuales, semi virtuales o semi presenciales. También cómo incorporamos la virtualidad al quehacer diario de las actividades sustantivas de la universidad.

 

¿Cómo inciden en los órganos internos de la institución, la gestión global de la universidad y de la educación superior estatal?

Como sabemos en el sistema de educación superior  hay varias universidades estatales, pero todas  trabajamos de forma independiente. Tenemos un órgano coordinador, donde algunas decisiones se toman por consenso.

Las  instituciones son autónomas e independientes. Entonces, por lo tanto, hay mucho grado de libertad en cada una de las universidades.

Ese mismo sistema se réplica a lo interno de cada universidad. La capacidad de gestión que tienen cada una de las unidades académicas, es decir, cada una de las escuelas o facultades es muy grande.

La rectoría y el Consejo Universitario instruyen acerca de la elaboración de lineamientos, reglamentos y  políticas institucionales, donde se trazan las grandes rutas de la universidad. Sin embargo, el accionar local de cada una de las escuelas es fundamental y es al final lo que marca si las políticas institucionales se llevan a cabo o no.

 

¿De qué manera se desarrolla una acción universitaria y una gestión institucional estratégica que contribuya a los objetivos del desarrollo sostenible?

Nuestra universidad es amplia en todas las áreas del saber. Hay escuelas,   centros de investigación,  laboratorios que están alineados a  los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y hacen contribuciones importantes al país.

El  accionar institucional de gestión democrática de la Universidad de Costa Rica ha permitido que los grupos académicos identifiquen los problemas importantes que hay en la sociedad y  realicen contribuciones.

 

¿Cómo se manifiestan las secuelas de la pandemia en los procesos de gestión de la educación superior estatal en Costa Rica?

A nivel nacional generó un rezago en el sector público de primaria y secundaria. Para las universidades planteó un proceso de definir el modelo de virtualización  apropiado.

Nuestros estudiantes de las escuelas y colegios públicos, en los últimos años, han enfrentado una formación básica menos sólida. No es solo  un fenómeno de la pandemia, pero la pandemia agravó y  duplicó la situación.

El problema  en estos momentos es que la población que estudia en el sector público no tiene los conocimientos básicos tanto de matemática como de lectoescritura,   idiomas o de manejo  de herramientas virtuales. Esto para una universidad pública como la nuestra, donde uno de los objetivos es ser un motor de movilidad social, nos complica muchísimo la labor, al punto de que nuestra universidad va a tener que asumir esencialmente algunas labores de  nivelar a las nuevas generaciones que van a entrar a la universidad. Esta es una labor que debería hacer nuestro Ministerio de Educación Pública. Pero en estos momentos los jóvenes graduados  vienen con deficiencias  de formación.  Desde mi perspectiva, este es el principal problema que tiene la universidad actualmente y va a ser un problema para los próximos cuatro o cinco años.

Las diferentes escuelas de la Universidad de Costa Rica  han diseñado y ejecutado programas para atender esta problemática, pero en estos momentos hay que triplicar o cuadruplicar los esfuerzos atender la agravante. 

Actualmente, las universidades públicas atraviesan una situación presupuestaria complicada. Los   últimos gobiernos han tomado muchas medidas, que han reducido  el financiamiento a la educación estatal y el actual gobierno ha sido muy claro en sus posiciones de disminuir aún más el financiamiento de las universidades estatales.

Ante este panorama tenemos una población estudiantil que requiere más apoyos, un país que requiere de mucho más ayuda nuestra en transferencia de conocimiento y generación de conocimiento, porque  somos la principal entidad generadora de conocimiento en nuestro país.

Ante este panorama hay que buscar  cómo optimizar nuestros recursos y cómo buscar formas más creativas  para atender estos problemas.

La universidad tendrá que  cumplir con  su papel de promotor de ascenso social y   brindar las oportunidades que los jóvenes requieren para ingresar y permanecer exitosamente en la universidad.

 

Flor Isabel Jiménez
Universidad de Costa Rica

Compartir: