La internacionalización de las Universidades, una estrategia necesaria

El segundo de los documentos de trabajo de Studia XXI, La internacionalización de las Universidades, una estrategia necesaria, del que son autores Guy Haug y Josep María Vilalta, aborda la orientación de los centros de Educación Superior hacia un ámbito de acción que traspasa las fronteras locales, regionales y nacionales.

Fieles a los principios que inspiran el trabajo del grupo de expertos, ambos autores repasan, sin la pretensión de un exhaustivo diagnóstico, las principales dimensiones que encierra esta estrategia, las razones que la incluyen entre las políticas prioritarias del gobierno universitario y el modo en que resulta afectada por el hecho de haber convertido también el conocimiento en un “bien” que se gestiona a escala global.

A partir de unos breves apuntes sobre las tendencias y actuales modelos de internacionalización universitaria, el documento aborda los principales elementos que forman parte de una orientación hacia “lo internacional” que se consolida progresivamente a partir del impulso del proceso de Bolonia: el incremento de una cultura internacional en el seno de la comunidad universitaria que dirige a profesores, investigadores y estudiantes hacia la movilidad; la óptica transfronteriza que se imprime a programas e itinerarios de aprendizaje; el desarrollo de aspectos internacionales en la docencia y el aprendizaje así como la internacionalización de las titulaciones; la promoción de competencias internacionales, entre las cuales se destacan la lingüística y la intercultural.

Sin embargo, en este documento no sólo se abordan los instrumentos y recursos que los autores consideran consustanciales a una estrategia de internacionalización y cuyo desarrollo varía según las circunstancias de cada país. Bajo la lógica de la globalización y de la excelencia, las Universidades incluyen la internacionalización institucional como un nuevo desafío que supone también la oportunidad de recuperar objetivos que le son propios y de atender a nuevas realidades: la universalidad del saber, hacer más atractiva y competitiva una oferta que ya no conoce fronteras, la capacidad y el compromiso de interactuar, mediante la generación, transmisión y transferencia de conocimiento, con quienes comparten la responsabilidad del desarrollo económico, la competitividad, la sostenibilidad y la cohesión social. 

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