Diversity, Equity and Inclusion in European Higher Education Institutions

Nuestras sociedades se están transformando. El perfil demográfico de Europa está cambiando. El desarrollo tecnológico, la digitalización y el uso de la inteligencia artificial están impactando la forma en que vivimos y trabajamos, aumentando la necesidad de nuevas habilidades. En este contexto, la diversidad social y la desigualdad son objeto de acalorados debates, y el acceso a la educación y al aprendizaje permanente, incluida la educación superior, se ha convertido en una alta prioridad para garantizar que nadie se quede atrás.

La llegada de un mayor número de refugiados a Europa en los últimos años ha contribuido a una mayor diversidad cultural y una mayor conciencia sobre el tema. Con respecto al género, existe una mayor conciencia de la diversidad, pero la igualdad de género, o la representación insuficiente de las mujeres en los principales puestos de negocios e industria, así como en las universidades, sigue siendo un problema sin resolver en Europa.

La economía de la innovación también está vinculada a la diversidad social y a las cuestiones de igualdad. La necesidad de innovación aumenta la demanda de personas altamente calificadas, mientras que el declive demográfico y la migración saliente ejercen presión sobre las economías y los sistemas sociales en varios países europeos. Esto tiene un efecto en las universidades y sus poblaciones estudiantiles: algunos sistemas muestran un aumento constante en el número de estudiantes y otros sufren una fuga de cerebros, y los jóvenes dejan el país. Ambos significan que el alumnado se está volviendo más diverso, ya sea debido al mayor número de personas que ingresan a las universidades o la necesidad de que las universidades se acerquen y atraigan a nuevos grupos de personas. Esto revela presiones financieras en muchos sistemas, ya que los fondos no crecen proporcionalmente al número de estudiantes.

La internacionalización de la educación superior y la investigación, así como la movilidad de estudiantes y personal, son otro motor de la diversidad en el campus. Si bien los estudiantes en Europa han sido móviles a través de programas como Erasmus durante más de tres décadas, la movilidad de los estudiantes ha recibido otro impulso recientemente a través de la Iniciativa de Universidades Europeas. Se prevé la creación en 2024 de al menos 20 redes de universidades de toda Europa. Se espera que esta mayor interacción internacional aumente la diversidad cultural en el campus, con los estudiantes y el personal dedicando tiempo de estudio o trabajo en parte en los otros países, creando la necesidad de adaptar los planes de estudio y las metodologías en consecuencia.

La diversidad y la inclusión se están convirtiendo claramente en un tema importante en la movilidad, incluidas las negociaciones sobre el futuro programa Erasmus, donde actualmente se están discutiendo medidas para fomentar la inclusión, como mayores subvenciones para estudiantes de entornos desfavorecidos.

 

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