Entrevista a María Virginia Ferreyra, Universidad Nacional de Rosario, Argentina

María Virginia Ferreyra es Licenciada en Ciencias Políticas. Actualmente participa en el Programa Género y Universidad en la Universidad Nacional de Rosario, el cual tiene como objetivo fortalecer la perspectiva de género a través de: la diseminación de buenas prácticas, la docencia, la investigación y la participación institucional. Además, es integrante de la Red Equality que pretende mejorar la integración de los talentos femeninos en las economías de América Latina, para un desarrollo económico y social inclusivo.

En septiembre de 2014, en el marco de una reunión denominada “Hacia una red de Mercociudades con perspectiva de Género” usted focalizó la atención en el liderazgo y el empoderamiento femenino en las instituciones. Al respecto, varios académicos e investigadores afirman que la visibilidad del género en las instituciones se construye, entre otros, con la presencia de mujeres en cargos de poder o ejerciendo un liderazgo. Schein (1994) y Donoso, Figuera y Rodríguez Moreno (2011) concluyen en sus estudios que el número de mujeres que ocupa cargos de gestión ha aumentado, a pesar de que el estereotipo de género aún sigue siendo la barrera más notable.

 

1. ¿Qué opinas a este respecto? ¿Crees que se han eliminado las barreras en el acceso a dichos cargos y a la promoción de la mujer? De lo contrario, ¿Qué medidas puedes tomarse para conseguir que las mujeres ocupen puestos de mayor poder?

Justamente desde el “Programa Género y Universidad” en la Universidad Nacional de Rosario nos encargamos de investigar sobre esta temática, nos enfocamos en el liderazgo femenino en las instituciones de Educación Superior. Concretamente, a partir de la investigación que estamos realizando observamos un aumento de las mujeres en la Educación Superior, sin embargo todavía no se han logrado eliminar las barreras. Es decir, estamos intentando confirmar que a pesar de que la mujer representa un poco más del 50% de la población universitaria, ésta continua siendo minoría a medida que se va ascendiendo en los puestos de toma de decisión. Por ejemplo, a día de hoy en Argentina hay muy pocas mujeres directoras y en la historia de las universidades hay una cantidad mínima de mujeres que han logrado ser rectoras. 

 

2. El Programa Género y Universidad se presentó en el IV Congreso Argentino Latinoamericano de Derechos Humanos, cuyas temáticas se centraron, entre otras, en el género y la universidad. En España, y en otros países europeos, se critica la poca presencia femenina en algunos ámbitos de la universidad. En este sentido, ¿Crees que las políticas europeas reflejan una desprotección hacia el género femenino?

Evidentemente en Europa se puede corroborar, al igual que en Argentina, como las mujeres en según qué ámbitos de la universidad no tienen presencia ni poder de decisión. Quizás no se trate de una desprotección hacia las mujeres, sino más bien de una falta de visibilidad. Es decir, probablemente no se haya prestado la atención suficiente y por ello se precisan de más estudios para transversalizar la perspectiva de género en los diferentes ámbitos académicos. En definitiva, es el considerar la necesidad que tanto mujeres como hombres tengan la misma oportunidad de ocupar puestos de decisión.

 

3. A fin de avanzar en las políticas de igualdad en el ámbito universitario, ¿Qué cambios macro y micro-políticos se deberían llevar a cabo para que la universidad sea equitativa entre hombres y mujeres en docencia, investigación y gestión?

A nivel macro básicamente la cultura, es decir, eliminar las prácticas patriarcales que son las que mayormente afectan al acceso de las mujeres a determinados cargos. Y a nivel micro, estarían centradas en llevar a cabo acciones positivas, principalmente transversalizar la perspectiva de género en los diferentes ámbitos académicos.

 

4. ¿La igualdad de género en las instituciones educativas aún tiene camino por recorrer?

Por supuesto. Al referirnos al acceso a cargos de decisión, en el caso de Argentina son políticos- electivos, es muy difícil que una mujer llegue a ocupar dichos cargos. Por lo tanto, éste es el camino que vamos a recorrer de momento.

 

4. Para concluir, ¿Podría recomendarnos estudios y prácticas que inviten a la reflexión sobre la temática y que ayuden en la construcción de instituciones inclusivas e igualitarias?

Principalmente, lo que recomiendo a nivel personal es el estudio de datos en cuanto a la presencia de las mujeres en diferentes tipos de instituciones. Considero que estudiando, conociendo datos y aprendiendo a interpretarlos es la información más fiable que una persona puede tener para darse cuenta que las mujeres todavía tienen un camino a recorrer en las instituciones de Educación Superior. En cuanto a algún referente académico, nosotros nos apoyamos mucho en el trabajo de Dora Barrancos ya que es una doctora argentina que tiene una larga experiencia nacional e internacional en el trabajo de género.

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