Entrevista a Oscar Parra, director de evaluación institucional de Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior en Paraguay

Parra es ingeniero en informática y cuenta con un postgrado de especialización en evaluación de la educación superior. Además, es maestro en educación superior, y actualmente se encuentra cursando un Doctorado en Educación, en la fase de elaboración de la tesis doctoral. En la ANEAES ocupa el cargo de director de evaluación institucional, es decir, se encarga de evaluar a las instituciones de educación superior, universidades e institutos; pero también colabora en la evaluación de las carreras y programas de postgrado, brindando capacitación a las instituciones de educación superior y entrenando a los pares evaluadores.

Asimismo, en el ámbito de la docencia tiene experiencia en la gestión, la coordinación e implementación de programas formativos en línea, y ha participado en algunos proyectos de la Unión Europea: ALFA MIFORCAL y ALFA ACCEDES.

¿Cuáles son los pasos que sigue una institución para presentarse a los procesos de evaluación con fines de acreditación?

En primer lugar, la agencia (ANEAES) cada año realiza uno o más llamados, con un periodo de convocatoria para que las instituciones de educación se inscriban al proceso de evaluación con fines de acreditación. Las autoridades, los directivos deben estar atentos a estas convocatorias. Una vez que la agencia lanza la convocatoria a inscripción, las instituciones analizan si cumplen los requisitos que exige la ANEAES para presentarse. Hay que considerar que existen requisitos previos que cumplir para presentarse a la convocatoria, por ejemplo, que la carrera ya tenga graduados o egresados, en el caso de la evaluación institucional, que como mínimo tenga 10 años de funcionamiento, cuente con un plan estratégico, un proyecto educativo y, sobre todo, que el 50 % de sus carreras ya estén acreditadas.

En términos operativos, hay un formulario que deben llenar y presentar a la ANEAES, que admite o no la solicitud, según el cumplimiento de los requisitos. Sin embargo, existe una resolución que permite a las instituciones que tienen la carrera, programa o institución ya acreditada, presentarse en un tiempo que no sea dentro del periodo de convocatoria, si la vigencia de su acreditación está por cumplirse.

Una vez que la ANEAES admite la inscripción, las instituciones conforman su comité de autoevaluación, que es a nivel interno, siguiendo las normativas de la ANEAES. Este comité debe preparar un informe que se presenta a la ANEAES, el informe de autoevaluación. Cumplida esta etapa, la agencia se encarga de la evaluación externa, a cargo de pares evaluadores que pueden ser nacionales y extranjeros, según los casos. Por último, se cierra el proceso con el dictamen de la agencia, que puede ser acredita, posterga o no acredita. Estas son las etapas que se sigue a grandes rasgos. En fin, las instituciones pueden seguir y desarrollar su propia evaluación interna, su propio modelo, pero si va a someterse a la evaluación externa con fines de acreditación, estos son los procesos.

¿Qué aspectos o dimensiones se evalúa en el modelo nacional de calidad?

En cuanto a las carreras y programas de postgrado, la evaluación se enfoca más hacia aspectos disciplinares o propios de la disciplina como las mallas curriculares y el proyecto académico, así como la investigación. En cambio, la evaluación institucional se enfoca más en lo que es la gestión integral de la institución.

Las dimensiones analizadas en las carreras de grado son: gobernanza, proyecto académico, personas, recursos, impacto y resultados. A nivel de postgrado se analizan: gestión del programa, proyecto académico, cuerpo docente, infraestructura y persona, investigación, responsabilidad y vinculación social. En la evaluación institucional se analizan las dimensiones de gestión de gobierno, administrativa, académica, de la comunicación e información institucional y la vinculación.

Aparte del modelo nacional también tenemos en Paraguay el modelo Arcusur, ¿qué diferencias hay con el modelo nacional?

El modelo Arcusur incluye a los países que forman parte del Mercosur. La diferencia principal está en el alcance. Por ejemplo, el modelo nacional como su nombre lo dice es válido para Paraguay, en cambio, Arcusur es válido para los países miembros del Mercosur y facilita la movilidad de estudiantes, el reconocimiento de las carreras en los otros países miembros de este bloque. Al respecto, quiero señalar que en Paraguay tenemos una situación que ocurre principalmente con la carrera de Medicina, donde hay universidades que reciben a grupos importantes de estudiantes, de Brasil principalmente. Estas universidades, si piensan es sus estudiantes, deberían estar interesadas en acreditar su carrera en el modelo Arcusur.

Algunas diferencias que podemos destacar entre el modelo nacional y el modelo Arcusur es que en este la valoración es más cualitativa, en cambio, en el modelo nacional tenemos valoración cuantitativa y cualitativa. También difieren en la duración de la acreditación: en Arcursur la acreditación dura 6 años, y en el modelo nacional, es 4 o 6 años. En el modelo nacional tenemos la posibilidad del dictamen «posterga», en el cual se le da un plazo de un año para ejecutar su plan de mejora y pueda acreditar o no al final de la verificación de la implementación de su plan de mejoras. Esta opción de postergar no se tiene en Arcusur, solo se tienen los dictámenes de acredita o no acredita.

Por otro lado, en el modelo nacional los pares evaluadores son paraguayos, a diferencia del modelo Arcusur, donde los evaluadores deben estar compuestos por extranjeros y paraguayo o totalmente por extranjeros.

A nivel nacional tenemos 40 criterios, o sea 40 carreras que tienen criterios específicos, pero en Arcursur solo hay 10 criterios. También se da el caso de que en Arcusur la evaluación es más genérica o engloba una determinada área, por ejemplo, el área de la salud. Por otro lado, en Arcusur se evalúa una carrera que nosotros no tenemos en el modelo nacional, como es el caso de Geología.

¿Qué implica la calidad desde la gestión educativa? ¿Qué debería hacer un directivo, un gestor para lograr la calidad en su institución?

Lo primero que debería hacer es planificar, organizar y después ejecutar eso que ha planificado. El paso siguiente es evaluar lo que se ha hecho y analizar en qué puede ir mejorando. Un gestor, para lograr calidad en su institución debe ejercer un liderazgo positivo. Desde mi experiencia, las instituciones, las carreras que acreditan, en general tienen directivos que ejercen un liderazgo muy positivo: se enfocan en mejoras continuas, asumen una actitud abierta y de mejora, no ven el error como algo negativo, sino que nos orienta a mejorar. Generan un espacio de autonomía en sus colaboradores, y esto hace que la carrera sea muy dinámica, que esté en proceso de mejora y de innovación, según mi experiencia. Generan comunidades académicas muy vigorosas, muy activas, desarrollan innovación, buenas prácticas, dan vida a la institución.

Podría comentarnos en qué consisten algunos cambios que se han introducido últimamente, en el modelo de evaluación, por ejemplo, la evaluación por fases, la evaluación por clúster.

Para contextualizar, así como las instituciones de educación superior, la ANEAES también debe innovar y actualizarse, para ello participamos en redes y trabajamos de manera colaborativa con otras agencias. Esto nos permitió identificar algunas debilidades, por ejemplo, a partir del 2016, 2017 notamos que las instituciones que ya acreditaron, al presentarse a una nueva evaluación externa, simplemente repetían el mismo proceso, en lugar de innovar, de generar nuevos circuitos, volviéndose así un proceso repetitivo y estándares mínimos o básicos. Así también, encontramos en la bibliografía que los problemas de la calidad se presentan de diferentes maneras y depende de cómo definamos este concepto. Hay autores que plantean que las instituciones pasan por etapas de maduración, a medida que se desarrollan enfrentan nuevos retos.

En este contexto nace la evaluación por fases, que básicamente consiste en lo siguiente: en la primera etapa se hace una evaluación básica, y en la siguiente etapa se evaluarán otros criterios de innovación y mejora continua: los mecanismos de mejora de la carrera y su innovación. Y en la tercera fase, la idea es que la evaluación sea integral o institucional, se busca la autonomía plena de la institución, inclusive llegando a plantear su propio modelo de evaluación. En esta tercera etapa la acreditación tendría una vigencia de 10 años, de esta manera se daría más tiempo a las instituciones a trabajar internamente y no estar todo el tiempo pasando de una evaluación a otra.

La evaluación por clúster viene de la mano de dos fenómenos. Durante 20 años se enfatizó la evaluación de carreras y ni siquiera se cubre aún el 50% de las carreras del país, es decir, en este sentido se busca aumentar la cobertura. Si bien, hay carreras que no participan, hay instituciones que si lo hacen continuamente. Hay tantos procesos de evaluación que genera cierta fatiga, y para que no haya tantos procesos, el clúster evalúa un conjunto de carreras.  Las carreras que comparten ciertas características, como el gobierno, la infraestructura, el personal académico. Con el tiempo y llegando a la tercera fase, toda la institución podrá evaluarse de una vez, lo que implicará también menor costo, la idea es ser más eficientes, permitir a las instituciones más tiempo para sus labores misionales, sus planes de mejora y la innovación. Por ejemplo, el clúster se puede llevar a cabo en una facultad, una unidad pedagógica o instituto que trabaja una misma área de conocimiento, o en una filial que tiene carreras con diversas áreas de conocimiento pero que comparten organización, recursos, infraestructura, etc.

Como país, ¿en qué estado estamos respecto a la calidad educativa en educación superior, hemos experimentados avances, estancamientos, retrocesos…?

Tu pregunta es compleja. Digamos que nuestra idea sobre la calidad educativa no es una idea fija, sino una idea que va cambiando de un tiempo a otro. Una cosa buscábamos en el 2003, actualmente nuestra idea de calidad cambió y más después de la pandemia. Entonces el concepto de calidad es dinámico y va cambiando, adaptando a tiempo y contexto.

La ANEAES con 20 años de trabajo ha alcanzado algunos logros importantes. Primero, la formalización del sistema de educación superior. Hoy podemos decir que en general y después del 2013, con la aparición del CONES, hay un proceso importante de formalización, las carreras deben tener su documentación, su proyecto académico, su malla curricular…debe tener todo mucho más formalizado, de hecho, los procesos de acreditación se basan en la formalización de las informaciones con que cuenta la institución. En este sentido, podemos decir que se ha avanzado.

También se ha avanzado en cuanto a la instalación de una cultura de calidad o de la evaluación. Las instituciones entienden la función de la ANEAES, entienden que la educación superior es un bien público, y que deben rendir cuenta al público de cómo están funcionando. La gente tiene derecho a saber cómo está funcionando la institución, si está acreditada o no.

La participación de la ANEAES en redes y el trabajo colaborativo con otras agencias y países permitió también a nuestro país avanzar. Podemos destacar el papel que viene desarrollando el Conacyt en lo que es la investigación y la creación del CONES que impactan positivamente en la educación superior.

Con la ley de información pública hemos experimentado importantes avances. Actualmente, nuestra expectativa desde la ANEAES respecto a la información es mayor, queremos que las instituciones brinden mucha más información, ir más allá, por ejemplo, saber en qué es fuerte la carrera, la institución... En este sentido, todavía nos falta bastante.

Con el sistema Arcusur se avanzó en un reconocimiento internacional de las carreras, lo que permitió también avanzar en el modelo nacional, introduciendo y dando mayor énfasis a la investigación. Respecto a la investigación científica en el 2003 mirábamos una cosa, pero actualmente esperamos mucho más; lo mismo pasa con el plantel docente, hoy queremos encontrar más docentes con título de maestría y doctorado. Quizás uno de los aspectos por mejorar sea la parte de los docentes, actualmente seguimos teniendo docentes contratados por horas cátedra, y aunque las condiciones laborales se mejoraron en lo que concierne a seguridad social, la remuneración no mejoró, como se ha mejorado en otras áreas. Esto también provoca que las mejores mentes no estén necesariamente interesadas en hacer docencia, en trabajar en la academia.

Sin embargo, así como ya mencioné, a partir del 2016 se experimentó como un proceso de estancamiento, repeticiones, por eso se está actualizando el modelo, y frente a esta realidad nacen la evaluación por fases y la modalidad de evaluación por clúster que hablamos hace rato.

¿Alguna reflexión final?

Considero que, en estos tiempos de la inteligencia artificial, de redes sociales, con muchas noticias falsas, el papel de la Universidad es muy importante para dar luz en este nuevo mundo que se está desarrollando; los procesos de evaluación nos ayudan a ser críticos en una sociedad cada vez más polarizada y con marcada dicotomía. A mi entender, en este escenario la universidad está llamada a mostrar caminos de más consenso, de acuerdo y empatía además de sus funciones de docencia, investigación y extensión.

 

Luciano Román Medina
Universidad Católica "Nuestra Señora de la Asunción" - Unidad Académica de Carapeguá 

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