Entrevista a Santiago Núñez, secreatrio de Relaciones Institucionales de IUACJ Uruguay

Santiago Núñez es Secretario de Relaciones Institucionales del Instituto Universitario Asociación Cristiana de Jóvenes (IUACJ), Montevideo, Uruguay

Descripción del IUACJ y su rol como referente institucional

El IUACJ es una institución universitaria que tiene más de 22 años de vida. Está enfocado hacía lo que es el ámbito de la educación física, la recreación y el deporte; realiza sus cursos de enseñanza a través de una carrera de grado, tres carreras técnicas con reconocimiento oficial, tres carreras de especialización y dos maestrías vigentes. Es una institución que tiene como entidad fundadora a la Asociación Cristiana de Jóvenes, que es una referencia a nivel deportivo en Uruguay de la educación física, con más de 120 años de vida en nuestro país, y que ha sido pionera en muchas disciplinas deportivas, para nombrar una de ellas, el fútbol sala. Actualmente mi función en la institución es estar a cargo de la Secretaría de relaciones institucionales, que tiene como principales cometidos, velar por lo que es la presentación de autoridades públicas para la obtención de reconocimientos y validez de las carreras oficiales. Otra área conexa es la planificación académica de la institución, el relacionamiento con instituciones pares públicas y privadas, y todo lo concerniente a la reglamentación interna y vida de la institución.

¿Cómo influyó el periodo de pandemia a nivel institucional?

Bueno, primero que nada, nos desafió permanentemente porque nos puso a prueba en la capacidad de toma de decisiones en un escenario absolutamente incierto, que tuvimos que apelar a los principios y la razón de ser de la institución para poder legislar de manera específica muchos asuntos, que no teníamos un parámetro de referencia previa. Obviamente nos exigió estar monitoreando permanentemente la situación, apela muchas veces al sentido común, y de alguna manera, ponerse en sintonía con lo que estaban haciendo otras instituciones pares para tener relaciones homogéneas que permitieran al estudiante poder desarrollar su actividad de formación y capacitación lo más razonablemente, de manera segura y estable, pese al escenario general de incertidumbre. Naturalmente, mirándolo en perspectiva, hubo un grado de aprendizajes, producto de algunas equivocaciones y de algunos aciertos, que nos permitió tener un esquema de respuestas mucho más automáticas, desarrollándola a lo largo de la pandemia. 

¿Qué retos y oportunidades contribuyeron al desarrollo de profesionales post pandemia?

Básicamente incluir en la agenda la gestión de la incertidumbre, porque, como decía previamente, nos interpeló a todos, pero también interpeló a los docentes es su rol, al estudiante en su rol y a toda la comunidad académica en sus funciones. Entonces, tomar conciencia que el nivel de incertidumbre es un aspecto a gestionar adecuadamente, ha incidido en el desarrollo de las distintas áreas de trabajo. Desde el instrumental, obviamente la respuesta que es generalizada, se aprendió rápidamente la utilización de tecnologías que se venía empleando de manera muy sipiente, y esto fue un catalizador sin duda. Se puso también en consideración el descubrir el potencial del conjunto de herramientas que no teníamos en el radar, que de alguna manera nos vamos fortaleciendo en las competencias como institución, sobre todo pensando de cara al futuro y siempre teniendo al estudiante como como referente para generar propuestas de calidad con mayor amplitud.

¿Considera que este nuevo escenario propicio, a instancias de reflexión y actuación para el reforzamiento de la comunidad educativa y el desarrollo de las competencias institucionales?

Sí se generó ese clima, quizá no se explotó del todo; estoy convencido que podemos hacer mucho más, sin duda, pero sí hubieron porque en las comunidades académicas tuvimos que generar instancias de diálogo, de formación, de capacitación muy rápidas para poder tener esa red de contención a multinivel, tanto en docentes, como estudiantes, en las propuestas que se fueran dando, en los funcionarios administrativos, todos de alguna manera se pusieron en sintonía para poder llevar adelante la situación adecuadamente para el momento de pandemia. Posteriormente, esos aprendizajes quedan y se va descubriendo que hay posibilidades de trabajo y desarrollo académico. Se genera un trabajo administrativo que se puede visualizar, generar y ejecutar de maneras complementarias, donde la necesidad de compartir un mismo lugar no es una cuestión que sea excluyente, sino que hay posibilidad de trabajo en distintas distintos momentos y frecuencias.

¿Qué importancia adquiere un enfoque basado en competencias para la mejora de la calidad institucional?

Cuando el hilo toma un enfoque pedagógico basado en competencias se expuso a la necesidad de un aprendizaje muy grande, porque fue una un enfoque innovador en lo que era la educación superior en el Uruguay, y concretamente, lo que es la parte de educación física y el deporte. El enfoque por competencias, más allá de los enfoques teóricos que lo justifican y desarrollan tiene la bondad de generar instancias de medición, ya sean hitos, ya sean indicadores, ya sean pautas de evolución de los aprendizajes, de una manera más sistematizada, basada en evidencia, que permite generar un monitoreo, un mapeo de la evolución de las cohortes y los estudiantes en particular, y sobre todo poder identificar el desarrollo de las competencias en las distintas carreras asociadas a este enfoque. Considero que es un enfoque muy adecuado sobre todo para tener instancias de monitoreo basado en evidencia creando un anclaje en la interpretación de la realidad.

 

Eliana Díaz
Instituto Universitario Asociación Cristiana de Jóvenes

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