Entrevista a María Teresa Lugo

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Soy Lic. En Ciencias de la Educación por la Universidad de Buenos Aires (Argentina)   y tengo estudios de posgrado en la Universidad Autónoma de Barcelona He realizado estudios de especialización en Enseñanza para la Comprensión en Harvard University School of Education. Soy consultora en temas de Gestión educativa y Política TIC. He sido consultora por IESALC UNESCO en proyectos de Educación superior virtual y dirigí distintos programas de capacitación y gestión en la administración pública argentina. He realizado consultorías en distintos países de América Latina .Desde el año 2003  coordino el Área Proyectos TIC y educación de IIPE UNESCO Buenos Aires. Soy profesora de la Universidad Virtual de Quilmes en Argentina, de la Universidad Católica Argentina y de la Universidad ORT en Uruguay. Tengo diversas publicaciones sobre la Temática de la  Gestión y las Tecnologías de la Información y Comunicación en educación

 

 

1.   Finalizando la primera década del siglo XXI ¿qué balance podemos hacer sobre la integración de las TIC en la educación latinoamericana?

 

En primer lugar, considero que no hay evidencia que sostenga que la inclusión de tecnología en las aulas promueve "per se" mejores rendimientos en los estudiantes y mejoras en la calidad educativa. Las TIC, a pesar de nuestros deseos y esfuerzos, no han transformado de manera profunda la educación. No estoy diciendo con esto que no vale la pena la integración TIC en los sistemas educativos de la Región, sino que es razonable que nos alejemos de visiones idealizadas que le otorgan un poder casi mágico para resolver los problemas de inequidad, la mejora de la calidad educativa, la deserción y la repitencia, la motivación de los estudiantes por el aprendizaje, la adecuada formación docente.

El segundo tópico que quisiera destacar es que la integración TIC en la educación latinoamericana forma parte ineludible de un proyecto democrático y de justicia. Las TIC atraviesan ámbitos sociales, económicos y culturales... Desde una perspectiva política, no puede pensarse la sociedad sin las TIC. Y la educación no está fuera de este proceso. Regiones como América Latina y el Caribe enfrentan el desafío de disminuir tres brechas de desigualdad: La primera es la brecha digital que separa países ricos y pobres. La segunda brecha es la de la desigualdad interna. Y la tercera corresponde a las expectativas de los jóvenes y lo que la escuela les ofrece. Todas deben ser atendidas para construir proyectos educativos democráticos de inclusión y justicia social. Ahora bien, las brechas digitales son, de alguna manera, un correlato de otras de índole social, económica, cultural incluso, que forman parte del escenario actual de América Latina. Teniendo en cuenta este panorama y con estos desafíos que los números nos presentan, quisiera compartir con Uds. algunas consideraciones que hemos elaborado desde el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la UNESCO Sede Buenos Aires para que la integración de las TIC en la educación sea un proceso exitoso hacia la mejora de la calidad educativa.

 

  1. La integración de las TIC en los sistemas educativos requiere el trabajo convergente de diferentes áreas de gobierno, superando un enfoque sectorial.
  2. Es necesaria la articulación transversal de las TIC en el currículo, tanto en el aula como a nivel institucional.
  3. La formación docente y el desarrollo profesional promovidos desde las instituciones educativas y las administraciones, facilitarían la integración de las TIC.
  4. La apertura y liderazgo de los equipos de conducción de las escuelas son un factor institucional considerado clave como facilitador de la inclusión de las TIC en la educación. Aspectos como un plan coordinado para la inclusión TIC y su permanente actualización y monitoreo deben surgir de la dirección de la escuela si se quiere generar un cambio de fondo en las prácticas educativas.
  5. El fortalecimiento de ámbitos de comunicación adecuados entre las escuelas y las administraciones educativas así como entre los inspectores y los directivos de cada escuela son un factor clave para la integración exitosa de las TIC en las escuelas.
  6. La provisión de recursos económicos, humanos y tecnológicos necesarios, específicamente el acceso a Internet y la creación de nuevos roles como el referente TIC o facilitador TIC.
  7. La provisión  de equipos (y su mantenimiento o reparación) en las aulas y para los profesores es un elemento primordial.
  8. Es muy recomendable que las computadoras estén ubicadas en los salones de clase y no sólo en los laboratorios de informática o en las bibliotecas, conjuntamente con el libre acceso a estos recursos tecnológicos y la capacitación para su utilización correcta.
  9. Se evidencia que la utilización de recursos tecnológicos de bajo costo, como los celulares, puede contribuir a una integración TIC efectiva en las aulas.

 

En síntesis, estamos, en América Latina, frente a un panorama favorable para iniciativas que apoyen la integración TIC en las escuelas y los sistemas educativos de. El tema forma parte de la agenda educativa de todos los gobiernos. Sin embargo, las propuestas deben formularse con consideraciones de aspectos pedagógicos, sociales, políticos y tecnológicos de cierta complejidad, donde el monitoreo continuo y la revisión de experiencias y resultados son altamente recomendables. Es necesario profundizar en aspectos pedagógicos para lograr innovaciones profundas que nos alejen de viejos paradigmas y nos pongan en sintonía con las nuevas demandas sociales. No se trata ya de la formación basada en la transmisión y la memorización, sino de otra que enfatiza los procesos de comprensión genuina, de construcción del conocimiento y adquisición de competencias no sólo para el empleo sino para formar ciudadanos que recuperen el espacio público del diálogo y de los derechos democráticos.

La sociedad reclama que la educación garantice la generación de capacidades para comunicarse, trabajar en equipo, ejercer la función productiva de manera crítica y creativa, aportar al desarrollo científico y que sostenga valores culturales y éticos: respeto, tolerancia y riqueza de la información.

 

2.       A partir de la integración de las TIC a nuestras escuelas, ¿qué cambios, innovaciones, reinvenciones necesitamos hacer a nivel de gestión educativa?

 

Como todo cambio social, el cambio educativo es complejo. Las TIC y sus usos atraviesan la sociedad y sin embargo, la oferta curricular y didáctica, la organización y gestión de muchas escuelas, parecen no haber sido alcanzadas por los cambios tecnológicos. Es evidente que lo que esperan los estudiantes y lo que ofrece la escuela hoy está generando una nueva brecha de expectativas. La distancia, en muchos casos, es grande.

Si consideramos que la tecnología, lejos de ser consideradas como la panacea que resuelve todos los problemas de la educación, constituye una "ventana de oportunidad" para innovar en aspectos organizativos, de gestión, planificación, currículo, enseñanza, el desafío reside entonces en que funcionen como palanca para cambios incrementales y como catalizador para cambios radicales, que impacten en las culturas de las escuelas y de los sujetos. El proceso de innovar va más allá de la instalación de computadoras en las escuelas, e incluso, de la capacitación de los docentes para utilizarlas en la clase. Ambas cuestiones son por cierto insoslayables, pero no determinan una innovación en los términos de cambiar el paradigma educativo. Ahora bien, ¿cuál es la clave para generar una verdadera transformación en la escuela? La clave es la innovación planificada que apunta al fortalecimiento de la función pedagógica de la escuela, otorgando a las TIC un sentido más allá de su uso instrumental y de sí mismas"[1].

Es evidente que los estudiantes de hoy no son los mismos para los cuales la escuela fue pensada en sus orígenes. Hay un nuevo sujeto, diferente al de 15 o 20 años atrás, que accede a la información a través de fuentes digitales, da prioridad a las imágenes en movimiento y a la música, puede hacer varias tareas a la vez y obtiene conocimiento procesando información discontinua, no lineal. Paralelamente, los actuales usos de la tecnología presentan características distintivas: refuerzan el aislamiento físico; las actividades que implican tecnologías digitales tienen cada vez mayor duración y se solapan con los períodos de descanso; la reacción rápida crece en el terreno de las comunicaciones personales; el contenido multimedia supera el texto; la escritura es cada vez más importante (Pedró, 2006).

Mientras tanto, la escuela, presenta modelos pedagógicos agotados salpicados de iniciativas micro que intentan innovar y darle nuevo sentido a la institución. Con una organización temporal que requiere períodos más largos de atención, actividades reflexivas y de una por vez y secuencias lineales de actividades, con actividades centradas en el profesor, la escuela, en muchos casos, está quedando cada vez más lejos de los nuevos estudiantes y de los nuevos tiempos. Sin embargo, en otras instituciones nos encontramos con un panorama diferente: Son aquellas escuelas que han tomado el compromiso de ser orientadoras para enseñar a aprender, no sólo "con" sino también "sobre" la tecnología. La incorporación de TIC desde esta perspectiva, apunta a promover su uso con sentido pedagógico, social y cultural, agregando valor a las propuestas de enseñanza y ofreciendo a las estudiantes nuevas oportunidades para aprendizajes significativos y relevantes. Estas escuelas se proponen acercarse a los estudiantes, conociendo las "nuevas culturas", se replantean sus  estrategias de enseñanza, diseñan propuestas didácticas interactivas y diversas, alternan instancias individuales y grupales de trabajo a través de dinámicas colaborativas, gestionan recursos, espacios y tiempos de manera más flexible. En este sentido, considero que vale la pena aprovechar estos movimientos que se están produciendo y pensar formatos institucionales nuevos que tienen la forma de redes de conocimiento interactuando de manera colaborativa, superando las fronteras  y escuelas que se conciben como verdaderas comunidades de aprendizaje, haciendo realidad lo que Nicholas Burbules afirma : "Juntos somos más inteligentes".

 

3.           ¿Cuáles son las competencias que nuestras escuelas, docentes y directivos deberían desarrollar para integrar las TIC y orientarlas hacia el logro de los objetivos educativos?

 

Si bien la introducción de las TIC en la escuela trae, por un lado, una mayor autonomía de los estudiantes en su aprendizaje, también obliga al docente a asumir una actitud de diálogo e intercambio con los estudiantes y con la información, descentrándolo del rol tradicional de autoridad y única fuente de conocimiento disponible. Este nuevo posicionamiento de actores genera desafíos y promueve movimientos "fuertes" en las relaciones institucionales. Pero por otro lado, requiere del involucramiento y el trabajo colaborativo de los equipos institucionales y el fortalecimiento del rol y la autoridad del docente en los procesos de construcción de conocimiento en torno a y con las TIC.

Es evidente que no se logran nuevos resultados haciendo "más de lo mismo". Se necesitan nuevas competencias docentes para acompañar estos cambios. El profesor  actúa de guía o facilitador de sus estudiantes en el uso de recursos y herramientas necesarios para explorar y elaborar nuevos conocimientos y destrezas, También monitorea el progreso del estudiante; proporciona feedback de apoyo a su trabajo y ofrece oportunidades reales para que puedan difundirlo. Potencia que sean activos en el proceso de aprendizaje autodirigido y autónomo, explotando las posibilidades comunicativas de las redes como sistemas de acceso a recursos de aprendizaje, mediante herramientas colaborativas de producción de conocimientos como los Wiki.

Un aspecto que se destaca en los resultados de los proyectos TIC y educación que el IIPE UNESCO Buenos Aires ha llevado adelante[2] es el papel del directivo como movilizador del cambio. Los docentes necesitan contar con su liderazgo y respaldo para llevar adelante los proyectos, y sentir que entiende y aprecia su trabajo, y reconoce a la vez sus desafíos y frustraciones.

Este liderazgo apunta tanto a lo pedagógico como a lo administrativo[3]; no va en desmedro de la participación proactiva de otros actores. Creo que la mayoría de las innovaciones son el resultado de la actividad de equipos trabajando en redes colaborativas, que además de motorizar el desarrollo de los proyectos, facilitan su promoción, difusión y sostenibilidad.  

 

4.       ¿Que instrumentos o estrategias podría rescatar como antecedentes potentes para integrar las TIC a las prácticas educativas?

 

Parto del convencimiento que  el cambio en las instituciones educativas se puede gestionar. Para ello es necesario contar con herramientas específicas y sencillas para direccionar y contener los procesos de innovación con tecnología en las escuelas[4].

Ya hemos mencionado que la escuela necesita un nuevo modelo de planificación que opere como una herramienta de cambio y que facilite la unión entre el hacer y el pensar. Un modelo que propicie la confluencia y pluralidad de los actores, que se aplique intencionalmente y que auto genere capacidades de conocimiento y de acción. No sirven planificaciones normativas, necesitamos herramientas flexibles y a medida. Ahora bien, ¿qué implica planificar? Planificar es trabajar a partir de los problemas sentidos por la escuela, es abocarse a la tarea en el presente y para el futuro. Cada escuela identifica su visión acerca del uso y la integración de las TIC: cada equipo directivo presenta sus expectativas en relación con esto y los docentes aportan colaborativamente a esa visión común. Hablamos de diseñar un Plan TIC de la escuela que partiendo de las fortalezas y debilidades en relación con las TIC identifique un estado de situación de los equipos y recursos, las posibilidades de mejora, las necesidades de capacitación, las necesidades de financiamiento.

En definitiva una planificación TIC para la toma de decisiones pedagógicas.

 

5.   La OEI ha afirmado que las políticas educativas las propuestas de transformación y mejora educativa no deberían reducirse a iniciativas centradas en el sistema escolar, sino que debería incorporarse a las instituciones en las que el ciudadano se desenvuelve a lo largo de la vida. Pensando en las organizaciones educativas, ¿qué cambios pueden promover las TIC en este sentido?

 

La integración TIC en educación es un fenómeno complejo. Los impactos más importantes que causan las tecnologías no son por las tecnologías mismas, sino por la transformación  a nivel de  ideas y prácticas sociales que acompañan su inclusión. Me refiero a generar capacidades para tener un pensamiento complejo, autónomo y flexible. Así, la integración TIC debe concebirse como un proceso que trasciende sustancialmente la incorporación de herramientas de trabajo, ya que supone nuevos modos de pensar y de actuar. Aparecen así nuevas prácticas culturales emergentes que comparten un nuevo conjunto de valores y actitudes y que abre nuevas brechas de expectativas. Experiencias como las de Telecentros en Brasil donde casi 30 millones de niños viven en situación de pobreza. En el Municipio de Río de Janeiro se han instalado salas destinadas al desarrollo de la economía local y la ciudadanía, con acceso a Internet a costos más económicos que en las iniciativas privadas existentes. En estos espacios acceden aproximadamente el 30 % de los usuarios de Internet de todo el Municipio favoreciendo una mayor democratización  .En ese sentido la escuela puede "aprender" de las instituciones informales y accesibles que crecieron en torno a las TIC, como los cibercafés y telecentros, y reconsiderar las innovaciones educativas a la luz de las nuevas actitudes, expectativas y competencias de los alumnos. Acercar las ONG, los clubes, las empresas, los sindicatos, los partidos políticos a la mirada de la escuela es una buena estrategia.

 

6.   Para finalizar, ¿qué otros aspectos quisiera destacar en relación a las TIC y los desafíos de la gestión educativa en la región?

 

Creo que es conveniente no omitir que entre los grandes desafíos que enfrenta la región se encuentran la mejora de la calidad educativa y la inclusión. Con un porcentaje de analfabetos que representa casi el 10% de la población [5]el reto de las políticas educativas en América Latina pasa por concebir sistemas educativos con equidad y calidad, inclusivos y democráticos. Para ello es necesario reconfigurar la institución educativa para que sea usina de nuevos y significativos conocimientos. Hablo de escuelas de calidad con estudiantes motivados y docentes provistos de  brújulas para orientar los cambios.  No hay determinismo tecnológico en la modificación de los estilos de los modelos de enseñanza y aprendizaje y su inclusión no determina innovación educativa para aprendizajes de calidad. Pero si bien las TIC no son la panacea, tal como señalé antes, existen claros indicios de que pueden ser "ventana de oportunidad" para la innovación, siempre que se las integre de manera crítica y significativa. Necesitamos focalizar más en el "para qué" en los objetivos prioritarios de la educación, que en la tecnología. Sabemos que esto no es sencillo, requiere de esfuerzos claros y compartidos, pero que sin lugar a dudas, vale la pena intentarlo para alcanzar mayores grados de justicia y de equidad. Se trata, desde mi punto de vista, de crear soluciones  a los problemas que enfrentamos  y no de "adaptar respuestas".

 

¿Quisiera compartir algunas palabras a modo de conclusión?

 

Lo que tienen en común los tres desafíos que hemos analizado (el de la desigualdad, el de la innovación y el de la calidad) es su carácter de empresa difícil a superar. Y es justamente el objetivo de lograr esa superación, lo que da sentido a la gestión de las TIC en el ámbito educativo. Por eso los desafíos pasan por buscar y seguir buscando a partir de esa cuota de insatisfacción con las realizaciones actuales, motor de cambio que hace que siempre surja algo nuevo, algo impredecible. Enfrentar los desafíos implica abrirse a la sorpresa, abrir las puertas a lo diferente, lo curioso, lo maravilloso...

Las escuelas "equipadas para el futuro" pueden enfrentar mejor los cambios y la incertidumbre del futuro. Esa aventura les aporta alegría y felicidad, a pesar de las dificultades. Los desafíos requieren cierto equipamiento, cierto entrenamiento que se construye entre todos, y que se funda en el diálogo. Ese diálogo implica una cuota de confianza básica para decirle al otro, para escuchar del otro y, sobre todo, para decir y escucharse a uno mismo.

No comparto la idea de sostener iniciativas globales que buscan inclusión de las TIC para escuelas que las reciben sin un plan y sin claridad acerca del sentido pedagógico. Les propongo que hablemos más de educación  y de proyectos educativos y  menos de tecnología. Hace falta una  clara articulación entre las decisiones tecnológicas y los objetivos prioritarios en educación,  para que las TIC puedan contribuir  en este proceso de respeto a la diversidad, de construcción de ciudadanía, de aprender a vivir juntos, por un proyecto de sociedad más justa e inclusiva.




[1] Lugo, M. y Kelly, V. (2008) La gestión de las TIC en las escuelas: el desafío de gestionar la innovación, en Las TIC. Del aula a la agenda pública. IIPE-UNESCO y UNICEF Argentina. Buenos Aires. Pág. 126.

[2] Se trata del Proyecto Alis Integra y del Proyecto FOPIIE, que se implementaron entre 2003- 2006 y 2007-2008 respectivamente.

[3] Ver resultados TALIS OCDE

[4] En "Las TIC: Del aula a la agenda política" (2008), Matriz TIC Proyecto Integra.

[5] Cepal  Comisión Económica para America Latina (2005) Panorama Social de America Latina 2005. Santiago de Chile: Naciones Unidas

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Comentarios

Me pareció muy interesante la entrevista a Teresa Lugo sobre la inclusión de las TICs.Coincido en la importancia de trabajar para superar la brecha digital, en la tarea no sólo "con" las nuevas tecnologías sino "sobre" las nuevas tecnologías y el cambio cultural que traen aparejado.También me parece de destacar que la labor debe ser enfocada desde lo pedagógico y la gestión más que sobre lo tecnológico.
Sigo reflexionando...

Celina Sanz
Prof.en Cs.de la Educación.(UCA)
Exp.en proyectos de e-learning(UTN)

Hace dos años me aventuré a explorar en la web cómo se enseñaba en otros países del mundo con las nuevas tecnologías, y quedé sorprendido por los recursos didácticos que utilizan. Los videos, animaciones y juegos interactivos que se encuentran en internet, sorprenden por su eficacia en lograr en escasos segundos la comprensión de un concepto, que en una clase expositiva con tiza y pizarrón llevaba horas explicar y al acabar, muchos de los alumnos no habían logrado comprender el concepto explicado.
"No es sólo el uso de la computadora lo que fascina al alumno, sino también, la facilidad a la que accede a los conceptos y luego logra aplicarlos".
Cargar un video en el campus del colegio con la explicación de cómo se distribuyen las galaxias en el Universo, explicado por un profesor de una universidad de Estados Unidos que usa como modelo pelotas de jokey, implica como docente, desplazarse del centro de las exposiciones, para dar lugar a la excelencia didáctica. Y, como este, hay miles de ejemplos virtuales concretos que superan a cualquier experiencia áulica, aún con el armado de modelos o la realización de riesgosas experiencias en el laboratorio.
He armado material concreto de Unidades Didácticas Digitales para el aprendizaje de las Ciencias Naturales y las Ciencias Sociales de 4º a 7º grado y lo ofrecí en 17 colegios privados de Buenos Aires. Sólo en dos me recibieron para mostrarlo. Y, en ninguno, se animaron a que los alumnos utilicen las netbooks como principal herramienta de trabajo en las aulas.

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